viernes, 19 de diciembre de 2014

Scorpio City de Mario Mendoza

"Escorpión. El signo del descenso, de los mundos subterráneos, de los viajeros que atraviesan caminos prohibidos.
El signo de los elegidos." El Apostol.

Recién me compré este libro antier en la Libreria Francesa, pasaba caminando por allí después del trabajo y decidí que lo iba a comprar y a leer. Lo terminé de leer anoche, me gustó mucho: es muy urbano, con Bogotá como telón de fondo (y a veces protagonista), con Bogotá y todas sus miserias y penurias de toda clase, el centro de Bogotá que conjuga todos esos mundos subterráneos, invisbles, desconocidos. Nuestro héroe (o anti-héroe) es Leonardo Sinisterra, inspector de la policia que investiga una serie de crímenes de prostitutas que parecen llevar cierto patrón que "El Apostol" le ayudará a descubrir. No voy a hacer un resumen ni a contar la historia porque me la tiro. Diré que no esperaba el final que tuvo, yo particularmente (como lector de Tolkien) me acostumbré a los finales rosas y en donde el bien indefectiblemente siempre triunfa sobre el mal, pero no es este el caso. Es trágico, doloroso, incluso horroroso; transitar por esa Bogotá que sin remordimiento se lleva por delante al que no es fuerte, una Bogotá callejera que, como en la selva primitiva, solo acepta al que logra imponerse (incluso si es por encima de su prójimo) y se hiergue con voluntad de poder, una Bogotá amoral. 

Es una novela con varios temas que particularmente me llaman a mi la atención: los signos zodiacales, las vidas pasadas, esoterismo, temas aunque importantes dentro del relato no se tocan con la profundidad que merecen. Yo quisiera saber por qué la Secta tomó la decisión de matar en serie a prostitutas siguiendo el patrón del círculo zodiacal y por qué ellas eran un símbolo (¿deberé hacer una segunda lectura?) El programa radial del Negro Urrutia también llama la atención por su intromisión persistente en el relato; pese a ser un Capricorniano típico, Leonardo Sinisterra encuentra en ese programa un paliativo a su vida (?) ¿Talvés nuestro inspector Sinisterra ostenta un Cáncer o Escorpio como ascendente?

Es una novela trágica, porque casi todos sus personajes son trágicos o terminan su vida en forma trágica. Es triste también, porque Isabel solo está presente en recuerdos y en cartas y en anhelos y deseos ausentes y solo aparece al final. Triste y odiosa por las exigencias de Irma (afortunadamente nuestro inspector Leonardo sale al paso como puede). "Las hembritas, viejo, que te convierten en un certificado de depósito a término fijo..." no pude dejar de reir al leer esa frase XD (¿misoginia presente?) 


Hubiera preferido un final diferente: Isabel viviendo con Leonardo, felices, después de haber acabado con la Secta, o sino viviendo si al menos "felices" como lo entendia el inspector. Él la añoraba, la extrañaba, la soñaba: recordaba su pelo, su piel, sus manos. Y una mujer fiel que al final hizo todo para encontrarlo; lo buscó y lo encontró, o al menos lo que quedaba de él. Pero en mi concepto Sinisterra no merecía morir así, en un foso de mierda de esta ciudad de mierda, en una vulgar alcantarilla.

¿Así que al final la Secta ganó? ¿Ganó la impunidad como siempre? ¿No es acaso responsabilidad del autor darnos una sed de esperanza? Es un libro trágico para un país trágico, si, pero es necesaria la esperanza, la Utopía, el ideal, ¿No? Digo yo. Es como Rosario Tijeras de Jorge Franco, un libro también profundamente triste, en que uno esperaría una salida al final del agujero, un punto de inflexión, un respiro, en un aliento para hacer un último esfuerzo para subir, abrir la tapa y respirar; pero no caerse en el esfuerzo, quebrarse los huesos y morir días después agonizando, olvidado, bañado por aguas negras y devorado por ratas inmundas.

Talvés lo lea nuevamente este fin de semana, leerlo nuevamente con la esperanzan de que llegue a haber un final distinto esta vez, tal como me pasaba con Rosario Tijeras: leerlo una y otra vez, con la vana esperanza de que esta vez Rosario no se iba a morir. ¿Será que la vida es así? ¿Llena solo de esperanzas vanas? Y sin embargo lo intentamos una y otra vez talvés para darnos cuenta al final que lo importante no es que cambie el resultado sino que nosotros mismos hemos cambiado al iniciar el nuevo intento. En estos seguiré con "Apocalipsis" o "Lady Masacre".

Y quiero saber qué edad tenía Sinisterra.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Hermosa Pelirroja de gafas negras

Todavía sigo pensando en ella: la soñé esta madrugada; soñé con su larga cabellera roja, el pelo recogido, sus grandes gafas negras, su piel blanca, con sus labios. Había un gran vidrio que nos separaba, talvés era un bus de transporte público, debía llevar una chaqueta negra, nos vimos por un momento y ella se despidió con la mano.

Si ella, sigue allí en mis pensamientos, esa chica hermosa que se fue sin avisar, sin decir nada ¡Maldita sea! No alcazamos a salir juntos cuando ya hasta sueño con ella. Se fue, como muchas, como otras, y yo aquí con otra añorando lo que pudo haber sido y no fue. ¿Será mi Destinito Fatal? En fin.

Me gusta encontrarte, Hermosa, me encanta que te metas en mis sueños, me fascina que me persigas en mi inconsciente, me gusta que me busques, "encuéntrame allí donde todo es gris y no se sufre" y estaremos juntos en la Fraternidad del Espíritu. Besémonos abrazados bajo la lluvia, en la noche, allí donde nada importa, donde nada duele, donde la luz es más fuerte, donde está el Fuego, donde el Universo infinito goza en una danza cósmica, donde finalmente nos hemos encontrado después de habernos perdido tanto, allí, en donde finalmente está la Felicidad. Aunque solo sea en mis sueños, métete allí y hagámonos felices, aunque solo sea allí, (aunque ojalá no fuera solo allí) ¡Hermosa!
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