El escritor norteamericano William Bramley ha trabajado en
investigaciones que intentan desentrañar parte del enigma que rodea al
misterioso conde de Saint Germain. En la elaboración de este artículo me
he basado en gran parte en dicha información.
El conde de Saint Germain (¿1696-1784?) fue un enigmático y polifacético personaje, descrito cómo cortesano, aventurero, inventor, alquimista, pianista, violinista y compositor aficionado, conocido por ser una figura recurrente en varias historias de temática ocultista. Algunas fuentes citan que, en realidad, el famoso sobrenombre francés proviene del latín Sanctus Germanus, es decir, Santo Hermano. Y, aunque no se sabe ni cuando ni donde nació, lo más probable es que fuera el 26 de mayo de 1696 en un castillo de los Montes Cárpatos, hijo del último rey transilvano Ferenz II Rakoczy y su primera esposa Teleky. A pesar de ello, su muerte está registrada el 27 de febrero de 1784 en Eckerförde (Prusia). Su historia está escrita en “La santísima trinosofía”. El conde de Saint Germain fue una figura controvertida en las intrigas de la Europa del siglo XVIII. Desde su supuesta muerte reportada en 1784, ha habido en algunos una tendencia a divinizarlo y en otros a tratarlo de charlatán. Ninguna descripción parece reflejar con precisión lo que fue verdaderamente.
Se desconocía el origen de su fortuna, su nacionalidad y si tenía esposa e hijos. Era un hombre muy
Comentando el caso en una carta dirigida a sir Horace Mann, Horace Walpole, escritor británico educado en Eton y en Cambridge, escribió: «El otro día detuvieron a un hombre extraño que se hace llamar conde de Saint-Germain. Ha estado aquí estos dos años, pero no dice a nadie quién es ni de dónde viene. Admite sin embargo que éste no es su verdadero nombre. Canta y toca el violín magníficamente, está loco y no es muy sensato». El comentario de Walpole describe con gran acierto a uno de los personajes más extraños de la alta sociedad del siglo XVIII: un hombre al que el conde Warnstedt tildó de «charlatán, loco, atolondrado, pretencioso y timador», y al que su último mecenas, el príncipe Carlos de Hesse-Cassel, consideraba «quizás uno de los más importantes sabios que haya existido jamás». El primero de los escasos datos históricos acerca del conde de Saint-Germain se remonta aproximadamente a 1740; un elegante hombre de unos 30 años comenzó a frecuentar los ambientes vieneses de moda. Su vestimenta llamó la atención en aquella época de moda colorista y fantasiosa, puesto que normalmente vestía de negro, con la única excepción de vaporosos cuellos y puños de lino blanco. La sobriedad de su vestimenta, sin embargo, contrastaba notablemente con el brillo de los diamantes que llevaba en los dedos, en la faltriquera del reloj, en la cajita de rapé y en la hebilla de los zapatos. Según informaciones posteriores, también llevaba puñados de diamantes sueltos en los bolsillos en lugar de dinero.
En Viena conoció al mariscal francés de Belle Isle, que había resultado seriamente herido durante una campaña en Alemania y estaba muy enfermo. No se sabe cuál era la naturaleza de su enfermedad, pero según el mariscal fue el conde de Saint-Germain quien le curó. Como agradecimiento se lo llevó a Francia poniendo a su disposición unos apartamentos y un laboratorio bien equipado. Los hechos fundamentales de la vida del conde después de su llegada a París sí son bien conocidos, pero son los detalles que ignoramos los que confieren a su vida un misterio permanente. La leyenda empieza poco después de la llegada del conde a París. Según las memorias de un escritor que escribía con el pseudónimo de «Condesa de B…», tituladas “Chroniques de l’oeil de boeuf”, una noche el conde acudió a una fiesta organizada por la anciana condesa Von Georgy, cuyo difunto marido había sido embajador en Venecia por los años 1670. Al oír que anunciaban al conde, la condesa dijo que recordaba el nombre de cuando ella estuvo en Venecia. “¿Acaso el padre del conde estuvo allí por aquella época?” “No, contestó el conde, él mismo había estado allí, y se acordaba muy bien de la condesa: una hermosa y joven muchacha”. “Imposible”, replicó la condesa. El hombre que ella conoció entonces tenía por lo menos 45 años, aproximadamente la misma edad que el conde tenía en aquel momento. «Madame», dijo el conde sonriendo, «yo soy muy viejo». «Pero entonces usted debe tener casi 100 años», exclamó la condesa. «No es del todo imposible», replicó el conde, exponiendo algunos detalles que convencieron a la condesa, la cual exclamó: «Me ha convencido. Es usted un hombre sumamente extraordinario, un demonio». «¡Por el amor de Dios!», exclamó el conde con voz de trueno. «¡No pronuncie estos nombres!» Le sobrevino un temblor o calambre por todos los miembros del cuerpo, y abandonó la sala inmediatamente.
Muchas historias parecidas circularon y fueron creídas en los ambientes de moda franceses durante los primeros años en que el conde fue famoso. Afirmaba, por ejemplo, que había conocido íntimamente a la Sagrada Familia, que había asistido a las fiestas de las bodas de Caná, y que «siempre supo que Cristo tendría un mal final». Sintió particular admiración por Ana, madre de la Virgen María, y había propuesto personalmente su canonización en el primer Concilio de Nicea en el año 325. En París el conde fascinó muy pronto al aburrido Luis XV y a su favorita, Madame de Pompadour. Quizás nunca se sepa la verdad acerca de sus dos años de estancia en Inglaterra antes de su arresto en 1745, pero es muy posible que se le hubiese confiado una misión secreta. A su regreso a Francia realizó para el rey varias gestiones políticas delicadas. En 1760 el rey Luis envió al conde de Saint-Germain a La Haya como representante personal, con la misión de negociar un préstamo con Austria para ayudar a financiar la Guerra de los Siete Años contra Inglaterra. Mientras estaba en Holanda, el conde se enfrentó con su antiguo amigo Casanova, también embajador en La Haya, quien se esforzó, sin éxito, por desacreditarle en público. Sin embargo Saint-Germain se ganó también un enemigo más poderoso. El duque de Choiseul, ministro de Asuntos Exteriores del rey Luis, que descubrió que el conde había hecho sondeos con la intención de firmar la paz entre Inglaterra y Francia. El conde tuvo que escapar, primero a Inglaterra y luego a Holanda.
Durante dos o tres años vivió en Holanda bajo el nombre de conde de Surmont, dedicándose a recoger dinero para construir laboratorios en los que fabricaba pinturas y colorantes, tratando además de perfeccionar las técnicas de la alquimia, «el ennoblecimiento de los metales». Al parecer tuvo éxito, puesto que desapareció de Holanda con 100.000 florines aunque sólo para reaparecer en Bélgica, esta vez haciéndose llamar marqués de Monferrat. Allí, en Tournai, puso en marcha otro laboratorio antes de desaparecer de nuevo. En el transcurso de los años siguientes se sucedieron las historias procedentes de varios lugares de Europa acerca de las actividades del conde. En 1768 apareció en Rusia, en la corte de Catalina. Turquía acababa de declarar la guerra a Rusia, y parece ser que su habilidad como diplomático y conocedor de la política francesa le ayudaron a mantenerse en buen lugar, puesto que al cabo de poco tiempo fue nombrado consejero del conde Alexéi Orlov, jefe de las Fuerzas Imperiales Rusas. Como recompensa fue nombrado oficial del Ejército Ruso, eligiendo en esta ocasión un irónico alias: general Welldone (en inglés, general Bien-hecho). En este punto podría haberse establecido en Rusia y llevar una vida honorable y provechosa, pero después de la derrota de los turcos en Chesmé (1770) decidió partir.
El conde de Saint Germain (¿1696-1784?) fue un enigmático y polifacético personaje, descrito cómo cortesano, aventurero, inventor, alquimista, pianista, violinista y compositor aficionado, conocido por ser una figura recurrente en varias historias de temática ocultista. Algunas fuentes citan que, en realidad, el famoso sobrenombre francés proviene del latín Sanctus Germanus, es decir, Santo Hermano. Y, aunque no se sabe ni cuando ni donde nació, lo más probable es que fuera el 26 de mayo de 1696 en un castillo de los Montes Cárpatos, hijo del último rey transilvano Ferenz II Rakoczy y su primera esposa Teleky. A pesar de ello, su muerte está registrada el 27 de febrero de 1784 en Eckerförde (Prusia). Su historia está escrita en “La santísima trinosofía”. El conde de Saint Germain fue una figura controvertida en las intrigas de la Europa del siglo XVIII. Desde su supuesta muerte reportada en 1784, ha habido en algunos una tendencia a divinizarlo y en otros a tratarlo de charlatán. Ninguna descripción parece reflejar con precisión lo que fue verdaderamente.
Se desconocía el origen de su fortuna, su nacionalidad y si tenía esposa e hijos. Era un hombre muy
Comentando el caso en una carta dirigida a sir Horace Mann, Horace Walpole, escritor británico educado en Eton y en Cambridge, escribió: «El otro día detuvieron a un hombre extraño que se hace llamar conde de Saint-Germain. Ha estado aquí estos dos años, pero no dice a nadie quién es ni de dónde viene. Admite sin embargo que éste no es su verdadero nombre. Canta y toca el violín magníficamente, está loco y no es muy sensato». El comentario de Walpole describe con gran acierto a uno de los personajes más extraños de la alta sociedad del siglo XVIII: un hombre al que el conde Warnstedt tildó de «charlatán, loco, atolondrado, pretencioso y timador», y al que su último mecenas, el príncipe Carlos de Hesse-Cassel, consideraba «quizás uno de los más importantes sabios que haya existido jamás». El primero de los escasos datos históricos acerca del conde de Saint-Germain se remonta aproximadamente a 1740; un elegante hombre de unos 30 años comenzó a frecuentar los ambientes vieneses de moda. Su vestimenta llamó la atención en aquella época de moda colorista y fantasiosa, puesto que normalmente vestía de negro, con la única excepción de vaporosos cuellos y puños de lino blanco. La sobriedad de su vestimenta, sin embargo, contrastaba notablemente con el brillo de los diamantes que llevaba en los dedos, en la faltriquera del reloj, en la cajita de rapé y en la hebilla de los zapatos. Según informaciones posteriores, también llevaba puñados de diamantes sueltos en los bolsillos en lugar de dinero.
En Viena conoció al mariscal francés de Belle Isle, que había resultado seriamente herido durante una campaña en Alemania y estaba muy enfermo. No se sabe cuál era la naturaleza de su enfermedad, pero según el mariscal fue el conde de Saint-Germain quien le curó. Como agradecimiento se lo llevó a Francia poniendo a su disposición unos apartamentos y un laboratorio bien equipado. Los hechos fundamentales de la vida del conde después de su llegada a París sí son bien conocidos, pero son los detalles que ignoramos los que confieren a su vida un misterio permanente. La leyenda empieza poco después de la llegada del conde a París. Según las memorias de un escritor que escribía con el pseudónimo de «Condesa de B…», tituladas “Chroniques de l’oeil de boeuf”, una noche el conde acudió a una fiesta organizada por la anciana condesa Von Georgy, cuyo difunto marido había sido embajador en Venecia por los años 1670. Al oír que anunciaban al conde, la condesa dijo que recordaba el nombre de cuando ella estuvo en Venecia. “¿Acaso el padre del conde estuvo allí por aquella época?” “No, contestó el conde, él mismo había estado allí, y se acordaba muy bien de la condesa: una hermosa y joven muchacha”. “Imposible”, replicó la condesa. El hombre que ella conoció entonces tenía por lo menos 45 años, aproximadamente la misma edad que el conde tenía en aquel momento. «Madame», dijo el conde sonriendo, «yo soy muy viejo». «Pero entonces usted debe tener casi 100 años», exclamó la condesa. «No es del todo imposible», replicó el conde, exponiendo algunos detalles que convencieron a la condesa, la cual exclamó: «Me ha convencido. Es usted un hombre sumamente extraordinario, un demonio». «¡Por el amor de Dios!», exclamó el conde con voz de trueno. «¡No pronuncie estos nombres!» Le sobrevino un temblor o calambre por todos los miembros del cuerpo, y abandonó la sala inmediatamente.
Muchas historias parecidas circularon y fueron creídas en los ambientes de moda franceses durante los primeros años en que el conde fue famoso. Afirmaba, por ejemplo, que había conocido íntimamente a la Sagrada Familia, que había asistido a las fiestas de las bodas de Caná, y que «siempre supo que Cristo tendría un mal final». Sintió particular admiración por Ana, madre de la Virgen María, y había propuesto personalmente su canonización en el primer Concilio de Nicea en el año 325. En París el conde fascinó muy pronto al aburrido Luis XV y a su favorita, Madame de Pompadour. Quizás nunca se sepa la verdad acerca de sus dos años de estancia en Inglaterra antes de su arresto en 1745, pero es muy posible que se le hubiese confiado una misión secreta. A su regreso a Francia realizó para el rey varias gestiones políticas delicadas. En 1760 el rey Luis envió al conde de Saint-Germain a La Haya como representante personal, con la misión de negociar un préstamo con Austria para ayudar a financiar la Guerra de los Siete Años contra Inglaterra. Mientras estaba en Holanda, el conde se enfrentó con su antiguo amigo Casanova, también embajador en La Haya, quien se esforzó, sin éxito, por desacreditarle en público. Sin embargo Saint-Germain se ganó también un enemigo más poderoso. El duque de Choiseul, ministro de Asuntos Exteriores del rey Luis, que descubrió que el conde había hecho sondeos con la intención de firmar la paz entre Inglaterra y Francia. El conde tuvo que escapar, primero a Inglaterra y luego a Holanda.
Durante dos o tres años vivió en Holanda bajo el nombre de conde de Surmont, dedicándose a recoger dinero para construir laboratorios en los que fabricaba pinturas y colorantes, tratando además de perfeccionar las técnicas de la alquimia, «el ennoblecimiento de los metales». Al parecer tuvo éxito, puesto que desapareció de Holanda con 100.000 florines aunque sólo para reaparecer en Bélgica, esta vez haciéndose llamar marqués de Monferrat. Allí, en Tournai, puso en marcha otro laboratorio antes de desaparecer de nuevo. En el transcurso de los años siguientes se sucedieron las historias procedentes de varios lugares de Europa acerca de las actividades del conde. En 1768 apareció en Rusia, en la corte de Catalina. Turquía acababa de declarar la guerra a Rusia, y parece ser que su habilidad como diplomático y conocedor de la política francesa le ayudaron a mantenerse en buen lugar, puesto que al cabo de poco tiempo fue nombrado consejero del conde Alexéi Orlov, jefe de las Fuerzas Imperiales Rusas. Como recompensa fue nombrado oficial del Ejército Ruso, eligiendo en esta ocasión un irónico alias: general Welldone (en inglés, general Bien-hecho). En este punto podría haberse establecido en Rusia y llevar una vida honorable y provechosa, pero después de la derrota de los turcos en Chesmé (1770) decidió partir.
educado, elegante y noble. También aseguraba
haber sido iniciado en la Soberana Orden de los Caballeros de Malta,
donde estudió alquimia y magia negra. Como supuestos miembros de los
Caballeros de Malta, actuales o antiguos, se mencionan a George H. W.
Bush, el Rey Juan Carlos de España, J. Edgar Hoover o David Rockefeller,
entre otros. El conde de Saint Germain hablaba a la perfección francés,
inglés, italiano, chino, árabe y sánscrito. También tenía vastos
conocimientos sobre política, artes, ciencias, poesía, medicina,
química, música y pintura. No permanecía mucho tiempo en un lugar y
viajaba constantemente por toda Europa, cuando se cansaba iba al Tíbet,
África o Turquía. Se cuenta, además, que era ambidextro. El peculiar
conde de Saint-Germain llevó una vida muy movida por las cortes reales
de la Europa del siglo XVIII. Algunos creen que sigue todavía vivo…
Hacia finales del año 1745, Londres fue asaltada por la «fiebre de los
espías». Fue el año en que el joven pretendiente, príncipe Carlos
Eduardo Estuardo, desencadenó su rebelión de los jacobitas en un intento
de recuperar el trono británico para su padre. A pesar de que la causa
jacobita había sido derrotada, se temía que los conspiradores jacobitas y
sus simpatizantes franceses pudiesen estar ocultándose en Londres. Uno
de los sospechosos fue arrestado en noviembre y acusado de estar en
posesión de cartas que apoyaban a los Estuardo. Muy indignado, sostuvo
que aquella correspondencia le había sido «endosada» y,
sorprendentemente, se le creyó y fue liberado.
En 1774, apareció en Nuremberg, intentando obtener fondos de Carlos Alejandro, margrave de Brandenburgo, para instalar otro laboratorio. Esta vez pretendió ser el príncipe Rákóczy, miembro de una familia de tres hermanos de Transilvania. Al principio el margrave estaba impresionado, especialmente cuando el conde Orlov visitó Nuremberg con ocasión de una visita de estado y abrazó al «príncipe» efusivamente. Sin embargo, al hacer comprobaciones, el margrave descubrió la identidad de Saint-Germain. El conde no intentó nunca desmentir la acusación, pero consideró prudente emigrar, cosa que hizo en 1776. Aunque el duque de Choiseul afirmaba que Saint-Germain había trabajado como agente doble para Federico el Grande, una carta del conde de Saint-Germain a éste pidiéndole su mecenazgo no obtuvo respuesta. Sin perder los ánimos el conde se trasladó a Leipzig, presentándose ante el príncipe Federico Augusto de Brunswick como francmasón de cuarto grado. Esta acción fue muy arriesgada, puesto que Federico Augusto era Gran Maestre de las Logias Masónicas Prusianas, pero al conde de Saint-Germain pocos podían comparársele como embustero y embaucador: por regla general sus historias de fondo soportaban un escrutinio detallado. Esta vez, sin embargo, no consiguió su propósito. El príncipe declaró que no era un masón, a lo que el conde replicó sin mucha vehemencia que sí lo era, pero que había olvidado todos los signos secretos.
En 1779, el conde de Saint-Germain fue a la última residencia que se le conoció, en Eckenförde (Schleswig), Alemania. Era un hombre viejo, probablemente de sesenta y tantos años, aunque como es natural pretendía ser mucho más viejo. Parte de su encanto superficial había desaparecido, y al principio no logró impresionar mucho al príncipe Carlos de Hesse-Cassel, pero muy pronto éste quedó cautivado, al igual que sus predecesores. Por esta época Saint-Germain, que según todos los indicios se había mostrado muy insolente respeto a la Iglesia Católica, tenía ideas marcadamente místicas. Al príncipe Carlos le dijo lo siguiente: «Sé la antorcha del mundo. Si tu luz es únicamente la de un planeta, no serás nada a la vista de Dios. Reservo para ti un esplendor para el que la gloria del Sol es una sombra. Guiarás el camino de las estrellas, y los que gobiernen los Imperios deberán ser guiados por ti». Documentos de París muestran que el conde de Saint-Germain murió el 27 de febrero de 1784 en la residencia del príncipe Carlos, en Eckenförde. Fue enterrado allí, y su último mecenas le erigió un monumento funerario con la inscripción: «Aquel que se hacía llamar conde de Saint-Germain y Welldone, y del que no hay otras informaciones, ha sido enterrado en esta iglesia». ¿Estaba muerto de verdad el conde? Hay pruebas de que se apareció a un cierto número de personas durante los años comprendidos entre 1784 y 1820 y algunos ocultistas creen que todavía está vivo. El misterio ha sobrevivido y se ha hecho más profundo durante los dos siglos transcurridos desde su supuesta muerte.
Las actividades de Saint Germain son importantes debido a que sus movimientos proporcionan un fascinante eslabón o conexión entre las guerras producidas en Europa, los niveles más profundos de la Hermandad de la Serpiente y la camarilla de príncipes alemanes, particularmente la Casa de Hesse. El primero de los muchos misterios atribuidos a Saint Germain es la circunstancia de su nacimiento. Muchos investigadores lo señalan como el vástago de Francis II, gobernante del una vez poderoso principado de Transilvania. Transilvania, famosa en la literatura y el cine como origen del mítico vampiro humano, Drácula, se había unido a la dinastía de Hesse. Francis II de Transilvania se había casado con Carlota Amalia de Hesse-Reinfels que tenía 16 años de edad, en ceremonia realizada en la Catedral de Colonia en Alemania, el 25 de Septiembre de 1694. De esta unión salieron dos niños conocidos. Sin embargo, cuando se publicó el testamento de Francis II en 1737, fue mencionado un tercer hijo como beneficiario. Se comprobó que este tercer hijo fue Leopoldo Jorge, hijo mayor heredero del trono de Transilvania. Leopoldo Jorge nació, bien en 1691 o en 1696, dependiendo de la teoría de su nacimiento que sea aceptada. Debido a la incertidumbre sobre la fecha de su nacimiento, no se sabe si fue hijo de Carlota de Hesse o de la primera mujer de Francis II. Lo que si parece cierto es que la muerte “prematura” de Leopoldo Jorge en 1700 fue simulada para salvarlo de las mortales intrigas que estaban por destruir la dinastía y poner fin a la independencia de Transilvania. Se cree que Leopoldo Jorge fue el Conde de Saint Germain.
Saint Germain, apareció primero en la sociedad europea en el año 1743 cuando tendría cuarenta años aproximadamente. Acerca de su vida se conoce muy poco antes de ese año. Un expediente sobre el misterioso Conde fue producido por orden del Emperador de Francia Napoleón III, quien reinó entre los años 1852 y 1870, pero desafortunadamente, todos los documentos fueron destruidos por el fuego que consumió la casa en la cual estaba almacenado el expediente. Esto resultó en una pérdida irreparable de información acerca de Saint Germain. La propia reserva del Conde profundizó el misterio de su vida. La información que se pudo rescatar indica que Saint Germain fue educado para convertirlo en uno de los agentes políticos secretos más exitosos y activos de la Hermandad de la Serpiente en el siglo XVIII. De los años iniciales de la vida de Saint Germain, el líder de la Estricta Observancia, Karl de Hesse, escribió que Saint Germain había sido educado por el último de los Médicis cuando todavía era un infante. El Duque de Médicis, como algunos Médicis más antiguos, había adoptado la filosofía mística prevaleciente en Italia en su tiempo, lo cual puede haber influenciado para que Saint Germain se involucrara profundamente con la red de la Hermandad cuando fue adulto. Mientras estuvo bajo el cuidado de los Médicis se cree que Saint Germain estudió en la Universidad de Siena.
La primera aparición documentada de Saint Germain en la sociedad europea sucedió en Inglaterra en el año 1743. En este tiempo, la causa Jacobita era muy fuerte y la invasión de Escocia en 1745 se llevó a efecto sólo dos años después. Durante esos dos años cruciales previos a la invasión, Saint Germain residía en Londres. Sólo algunos vislumbres de su actividad eran disponibles por aquel tiempo. Saint Germain estaba dotado para la música y varias de sus composiciones musicales fueron interpretadas públicamente en el Haymarket Theatre a principio del mes de Febrero de 1745. Varios de sus tríos también fueron publicados por la compañía de editores musicales Walsh de Londres. No obstante, las autoridades británicas no creían que Saint Germain estaba en Londres sólo para ejercer una carrera musical. En Diciembre de 1745, con la invasión de los Jacobitas en marcha, Saint Germain fue arrestado por los británicos bajo sospecha de ser un agente jacobita. Más tarde fue liberado cuando se le encontraron supuestas cartas de Carlos Eduardo, el líder de la invasión Estuardo. Horacio Walpolees escribió lo siguiente acerca del arresto: “… otro día ellos arrestaron a un extraño hombre, quien llevaba por nombre el Conde de Saint Germain. Este había permanecido aquí esos dos años, no está claro quién es o de dónde es, pero profesa dos cosas muy maravillosas, la primera es que él no va con su nombre correcto, y la segunda es que nunca ha tenido algún trato o deseado tenerlo con mujer alguna, ni con una sucedánea o substituta. El canta, toca el violín maravillosamente, compone, es como loco y no muy sensible.”.
Después de su liberación, Saint Germain abandonó Inglaterra y pasó un año como huésped del príncipe Fernando von Lobkowitz, primer Ministro del Emperador Austríaco. La Guerra de Sucesión austriaca era intensa en estos tiempos y en ella tanto Austria como Inglaterra actuaban como aliados contra Francia y Prusia. Durante esta visita a Austria, Saint Germain fue presentado al Ministro de la Guerra francés Mariscal de Belle-Isle, quien, a su vez presentó a Saint Germain a la Corte francesa. Aquí hay una extraña secuencia de acontecimientos. Tenemos a un hombre arrestado como sospechoso de ser enemigo de Inglaterra durante tiempo de guerra, quien inmediatamente después de su liberación fue a reunirse con un alto ministro de Austria, que era una aliada de Inglaterra. Durante esta permanencia, este mismo hombre estableció amistad con el Ministro de Guerra de Francia, que era enemiga de Austria. Los contactos políticos de Saint Germain en ambos lados de los combatientes de una guerra feroz eran verdaderamente notables. Lo que hizo Saint Germain en los tres años siguientes de haber abandonado Austria no se sabe con certeza.
Saint Germain reapareció en la sociedad europea otra vez en el año de 1749, en esta ocasión como huésped del rey Luis XV de Francia. Una nación católica como Francia apoyaba activamente a la causa jacobita en contra de los hannoverianos de Inglaterra. Los Jacobitas es el nombre dado en Inglaterra después de 1688 a los partidarios de Jacobo II y de la Casa de los Estuardos. Jacobo II, hijo de Carlos I, nacido en 1633, fue rey de Inglaterra en 1685. Príncipe autoritario y violento, se enajenó el sentimiento nacional inglés con su conversión al Catolicismo y su alianza con Luis XIV de Francia; destronado por Guillermo de Nassau, príncipe de Orange, murió en Francia en 1701. Su hijo, Jacobo Estuardo (1688-1766) llamado el Pretendiente o el Caballero de San Jorge, hizo varias tentativas infructuosas para reconquistar el trono. Francia también estaba involucrada en muchas intrigas extranjeras. De acuerdo a una mujer de la corte francesa que posteriormente escribió de Saint Germain en sus memorias: “Desde 1749, el rey (Luis XV) lo empleó, (a Saint Germain) en misiones diplomáticas y este se defendió muy bien y honorablemente en ello”. El rey Luis había ganado fama como un arquitecto de la diplomacia secreta en el siglo XVIII. La aceptación de Saint Germain en la corte francesa y su trabajo para el rey de Francia como agente político es significativo por varias razones: esto señala el papel importante que los miembros de la Hermandad habían jugado en la creación y la operación de las redes de inteligencia nacional e internacional a través de la historia.
Como un católico, el rey Luis XV se adhirió a los decretos del Papa. El Papado era hostil a la masonería. En realidad y curiosamente, el Catolicismo romano y la francmasonería francesa son ambas facciones con sus orígenes en la Hermandad, la cual ha opuesto una a otra durante mucho tiempo. En 1737, Luis XV sacó un edicto prohibiendo a todos los súbditos francesas relacionarse con la francmasonería. Durante las siguientes décadas, el gobierno francés reprimió fuertemente a la francmasonería francesa con operativos policiales y encarcelamientos. El edicto de Luis XV en el año 1737, fue seguido por una Bula Papal del Papa Clemente un año más tarde, la cual prohibía a los católicos de cualquier parte participar en o apoyar a la masonería, bajo amenaza de o pena de excomunión. Todavía no estaba aquí el Conde de Saint Germain, quien revelaría más tarde una larga vida involucrada con la Hermandad, residiendo como huésped del Rey. La probable explicación basada en hechos conocidos de la vida de Saint Germain es que él no era tanto francmasón como un agente de la Hermandad. Es también improbable que el rey de Francia hubiese comprendido el papel de Saint Germain en la red de la Hermandad.
Las actividades de Saint Germain desde 1749 hasta 1755 son desconocidas. En 1755, hizo un segundo viaje a la India. Allá fue con el comandante inglés Robert Clive, quien había sido enviado para combatir a los franceses. La India era otro teatro de guerra que había que tratar con mucha atención. El comandante Clive era un dirigente importante en el lado británico. Este viaje resaltó una vez más los importantes contactos políticos de Saint Germain y su habilidad para pasar de un lado a otro entre los líderes destacados en el campo de batalla. Un biógrafo ha sugerido que el Conde puede que estuviese actuando como un agente secreto del rey Luis XV de Francia cuando viajó a la India junto con Clive, ya que cuando regresó en 1758 fue premiado con un apartamento en el Palacio Real Francés de Chambord. También se le dio facilidad en un laboratorio para sus experimentos químicos y alquímicos, en los cuales algunas veces participaba el mismo rey Luis XV. Saint Germain era de un carácter claramente multifacético y llamativo, más bien extravagante. Uno de los talentos que le dio fama fue su considerable conocimiento de Alquimia, mezcla de misticismo con química y que fue un elemento básico de la práctica rosacruz. Saint Germain se convirtió en un tópico de chismorreo en la corte francesa debido a que declaraba poseer el Elixir de la Vida. Se decía que el elixir era una fórmula secreta con la cual se hace a la gente físicamente inmortal. Este era el mismo elixir que declaraban poseer los rosacruces europeos. Saint Germain puede que haya tenido una lengua algo ligera para decir algo y luego burlarse, cuando hizo el siguiente comentario, señalando al rey Luis XV dijo: “Señor, yo algunas veces me divierto no por hacer que crean esto sino por permitir que lo crean, que yo he vivido ya en tiempos pasados.
En 1760, Saint Germain dejó Francia y se fue para La Haya en Holanda. Este viaje fue realizado durante la cumbre de la Guerra de los Siete Años. Holanda era un país neutral durante este conflicto. Exactamente lo que Saint Germain estaba tratando de hacer en Holanda, hoy todavía es objeto de discusión. Después de declararse a sí mismo agente secreto del rey Luis XV, Saint Germain quiso y trató de lograr una audiencia con los representantes de Inglaterra en La Haya. Saint Germain declaró que él estaba allí para negociar una paz entre Inglaterra y Francia. Sin embargo, el Ministro de Asuntos Extranjeros de Francia, el duque de Choiseul y el Embajador francés en Holanda, conde de Affry, no habían sido notificados por su rey acerca de los propósitos de la misión de Saint Germain. En consecuencia, el duque de Choiseul tildó de charlatán a Saint Germain y ordenó su arresto. Para evitar el arresto por las autoridades holandesas, Saint Germain se fue a Londres en el mismo año. De Holanda fue ayudado a escapar por un amigo influyente, el conde de Bentinck, presidente holandés de comisarios diputados. Como resultado de la negativa de Luis XV para reconocer públicamente a Saint Germain como su agente, este no fue capaz de regresar abiertamente a la sociedad real de Francia hasta 1770, año en el cual su enemigo, el duque de Choiseul cayó en desgracia y fue removido del poder.
Saint Germain tenía una segunda y quizás más apremiante razón para hacer este viaje a Holanda. Una carta escrita el 25 de Marzo de 1760 por el príncipe de Galitzin, embajador ruso en Inglaterra, ofreció el siguiente relato íntimo de las actividades abortadas de Saint Germain en Holanda. “Yo conozco al Conde de Saint Germain por su buena reputación. Este hombre singular ha estado residenciado por algún tiempo en este país, y yo, no sé si le gusta. Hay alguien aquí con quien parece que él está en comunicación, y esta persona declaró que el objeto del viaje del Conde a Holanda es meramente por un negocio financiero.”. El negocio financiero mencionado por de Galitzin era muy secreto. Este hombre parecía conocer el verdadero propósito de la visita de Saint Germain. Estaba en Holanda para explotar el matrimonio de la princesa Carolina con el príncipe alemán de Nassau-Dillenburg, a fin de establecer un “Fondo” financiero para Francia. Saint Germain deseaba negociar la formación del Fondo con banqueros holandeses. De acuerdo al Embajador francés D’Affrey, “su objetivo en general era asegurar el crédito de los principales banqueros de allí para nosotros”. En otra carta D’Affrey establece que Saint Germain “había venido a Holanda solamente para completar la formación de una compañía adecuada para la responsabilidad de este Fondo …”.
La formación del Fondo fue probablemente la verdadera razón para el extremado secreto de Saint Germain, y quizás para el rey Luis XV. Francia tenía ya importantes financieros en la corte real, como lo eran los Hermanos París-Duverney. Los Hermanos París-Duverney habían salvado el prestigio financiero de Francia después del episodio desastroso del Banco de Francia involucrando al papel moneda inflacionario de John Law (Edimburgo, 16 de abril de 1671 – Venecia, 29 de marzo de 1729). John Law fue un economista escocés inventor del papel moneda en Europa (que en China ya existía con muchos siglos de antelación). Su idea económica era que el dinero es un medio de intercambio y no constituye una riqueza en sí mismo. La riqueza nacional depende del comercio. Es el padre de las finanzas y del uso del papel-moneda en lugar del metal y de las facturas. El mismo Saint Germain era algo hostíl a los Hermanos París y no quería que ellos ganaran el control del Fondo. A Saint Germain lo señala un ministro de la corte sajona de La Haya, Monsieur de Kauderbach: “… él, (rey Luis XV de Francia), está rodeado de criaturas colocadas por los Hermanos París, quienes son los que causan todos los problemas de Francia. Fueron ellos los que corrompieron todo y desbarataron los planes del mejor ciudadano de Francia, el Marshal de Belle-Isle. De ahí, la desunión y el celo de los ministros. Todo ha sido corrompido por los Hermanos París y sometiendo a Francia a ellos, pueden alcanzar sus objetivos de ganar ochocientos millones fácilmente.”.
Saint Germain bien puede haber tenido argumentos legítimos para objetar la excesiva influencia de los Hermanos París. Sin embargo, la misión de Saint Germain en La Haya sólo fue un intento de arrebatarle disimuladamente el control financiero a los Hermanos París y volverlo a colocar en las manos de la misma camarilla de financieros, cuyos predecesores habían institucionalizado el sistema de papel moneda inflacionario, para reiniciar el mismo sistema monetario de papel moneda que había traído la ruina financiera de Francia y la consecuente intervención de los Hermanos París. Como resultado de su precipitada y forzada salida de Holanda, Saint Germain nunca tuvo oportunidad de completar su misión financiera.
A su llegada a Londres después de su salida de Holanda, Saint Germain fue una vez más arrestado y liberado. Durante su corta estancia en Inglaterra, publicó siete partituras de solos de violín. Saint Germain continuó sus actividades políticas secretas después de su salida de Londres. En 1760 regresó secretamente a París. Allí parece que se alojaba en la casa de su amigo el príncipe de Anhalt-Zerbst, del estado del mismo nombre, que arrendaba mercenarios alemanes a Inglaterra, aunque nunca llegó a acumular tanta riqueza como algunos de los príncipes alemanes vecinos. El príncipe de Anhalt-Zerbst tenía una hermana llamada Catalina. El 21 de Agosto de 1744, Catalina II se casó con Pedro III de Rusia. Este matrimonio había sido arreglado por Federico el Grande de Prusia, quien era amigo de la familia Anhalt-Zarbst y al menos por un tiempo, del mismo Saint Germain.
En 1762, dos años después que Saint Germain regresara a París, Pedro III asumió el trono de Rusia. Saint Germain viajó inmediatamente a la capital rusa, San Peterburgo, donde ayudó a Catalina a derribar a Pedro y establecerse como la Emperatriz de Rusia. Ayudando al golpe de estado estaba la familia rusa Orloff. Los Orloff se decía que habían asesinado a Pedro en una falsa reyerta. Por esta ayuda en el golpe, Saint Germain fue hecho General del Ejército Ruso y quedó como íntimo amigo de la familia Orloff durante muchos años. Catalina, quien más tarde llegó a ser conocida como Catalina la Grande, gobernó Rusia por veintinueve años. Con este audaz golpe de estado, Saint Germain contribuyó a colocar a Rusia bajo el gobierno de una camarilla de familias reales alemanas bajo las cuales habían caído ya otros países europeos. Fue usando el mismo modus operandi: el matrimonio de una alemana de la realeza con un miembro de la dinastía víctima, seguido por una revolución o un golpe de estado. Aquí encontramos evidencia directa de la intervención de la red de la Hermandad en la persona de Saint Germain. Lo que hizo Saint Germain entre los años 1763 1769 después de abandonar Rusia, es un misterio. Se sabe que pasó un año aproximadamente en Berlín y que, por poco tiempo, fue huésped de Federico Augusto de Brunswick. Desde Brunswick, Saint Germain continuó su viaje por toda Europa. Regresó a Francia en 1770. En 1772, Saint Germain actuó como agente de Luis XV, esta vez durante las negociaciones en Viena sobre la partición de Polonia. Desafortunadamente para Saint Germain, Luis XV murió el 10 de Mayo de 1774 y su nieto Luis de diecinueve años ahora convertido en Luis XVI, accedió al trono. En nuevo rey trajo de regreso al poder a Choiseul y este tomó con desprecio personal a Saint Germain. El Conde fue forzado a dejar la sociedad francesa por última vez.
Saint Germain inmediatamente salió para Alemania donde, apenas pasados once días después de la muerte de Luis XV, fue huésped de Guillermo IX de Hesse, el príncipe que había heredado la inmensa fortuna de Hesse-Kassel. Según J. J. Bjornstanl, lo que dejó escrito en su libro de viajes fue: “Nosotros éramos los huéspedes en la corte del Príncipe-Heredero, Guillermo von Hessen-Cassel (hermano de Karl von Hessen) en Hanau, cerca de Frankfort. Cuando nosotros regresamos al castillo de Hanau el 21 de Mayo de 1774, encontramos allí a Lord Cavendish y al Conde de Saint Germain; ellos habían llegado desde Lausanne y estaban viajando a Cassel y Berlín”. Después de su visita a la casa del príncipe Hessiano, Saint Germain viajó por casi toda Europa otra vez. Fue muy bien recibido como huésped de los Margrave de Brandenburgo y por otros. Finalmente en 1779, Saint Germain fue contratado por el príncipe Karl de Hesse, quien era el máximo dirigente de la Estricta Observancia. Saint Germain gastó los últimos años de su vida con Karl. En 1784 se dice que murió Saint Germain. La iglesia de Eckenford registra el siguiente contenido: “Murió el 27 de Febrero, enterrado el 2 de Marzo de 1784, el llamado Conde de Saint Germain y Weldon”.
Fue después de su mencionada muerte que el estatus verdadero de Saint Germain emergió dentro de la Hermandad. Saint Germain, no sólo fue descrito como uno de los más altos representantes de la Hermandad, sino que también fue divinizado como un ser físicamente inmortal, quien no tenía edad. Numerosos admiradores contemporáneos declararon que a veces veían a Saint Germain cuando en realidad hubiese sido imposible debido a su supuesta avanzada edad. Por ejemplo, el Barón E. H. Gleichen escribió en sus memorias publicadas en 1868, lo siguiente: “Yo llegué a oír a Rameau y a un viejo familiar de un embajador francés en Venecia, testimoniar haber conocido a Saint Germain en 1710, cuando ya tenía la apariencia de un hombre de cincuenta años de edad.”. Si Saint Germain tenía cincuenta años de edad en 1710, entonces habría tenido 124 años cuando presumiblemente murió en 1784. Una revista mística alemana publicada en 1857, “el Magazin der Beweisfuhrer, fur Verurtheilung des Freimaurer – Ordens”, establece que Saint Germain fue uno de los representantes franceses a la Convención Masónica de París en 1785, un año después de su presunta muerte. Otro escritor, Cantu Cesar, dijo que Saint Germain estaba presente en la famosa Conferencia Masónica de Wilhelmsbad, la cual fue realizada también en 1785. Esos relatos son vistos por alguna gente como evidencia de que su muerte había sido simulada para permitirle escapar a la controversia que lo rodeaba, de tal forma que pudiera vivir el resto de su vida en relativa tranquilidad.
Sin embargo, las alegadas apariciones de Saint Germain después de muerto no terminan en 1785. La condesa de Adhemar, miembro de la corte francesa, que escribió sus memorias poco antes de su muerte en el año 1822, declara haber visto a Saint Germain muchas veces después de su supuesta muerte, frecuentemente durante épocas de agitación política. Ella declara que Saint Germain había enviado advertencias al rey y reina de Francia, Luis XVI y María Antonieta, justo antes del estallido de la Revolución Francesa, que ocurrió en el año de 1789. La Condesa también declara que lo vio en 1793, 1804, 1813 y 1820. Un escritor rosacruz, Franz Graeffer, establece que Saint Germain hizo apariciones en Austria después de su anunciada muerte y fue honrado allí como un avanzado adepto de la Hermandad. A finales de los 1800’s, Madame Helena Blavatsky, una de las cofundadoras de la Sociedad Teosófica, declaró que Saint Germain fue uno de los Maestros Ocultos del Tibet que controlaba secretamente los destinos del mundo. En 1919, un hombre declaró ser Saint Germain, apareciendo en Hungría en el mismo tiempo que era puesta en marcha en ese país, una exitosa revolución comunista.
Finalmente en 1930, un hombre llamado Guy Ballard, declaró que encontró a Saint Germain en el monte Shasta en California y que Saint Germain le habría ayudado a establecer una nueva rama de la Hermandad conocida como “I AM”. Es curiosa esta referencia al monte Shasta, ya que uno de los principales vórtices de energía de la Tierra se encuentra en el Monte Shasta, situado en el extremo sur del macizo Cascade, el cual recorre como un dragón el norte de California a través de Oregón y Washington hasta la frontera canadiense. Hay muchas montañas poderosas en este macizo, siendo el Monte Shasta y el Monte Rainer, situado en Seattle, los más conocidos. Si el Monte Shasta es la cola del dragón, el Monte Rainer es su boca o cabeza. Los impulsos generados desde el Monte Shasta y dirigidos al Monte Rainer. Shasta es el primero de los vórtices terrestres y está en la base del sistema energético del planeta. El Monte Shasta es como un gran torrente de energía.
¿Eran todos esos testigos, mentirosos? Probablemente no. La Hermandad propiciaba ocasionalmente “resurrecciones”, como una manera de deificar a miembros selectos. En efecto, aquellas ramas de la Hermandad que deifican a Saint Germain, que precisamente no son todas, con frecuencia dan a Saint Germain el mismo estatus dado a Jesús. A lo mejor sus éxitos dentro de la Hermandad fueron mucho más numerosos de lo que nosotros conocemos. Cualquiera que sea la razón, existe la sospecha de que Saint Germain era un mortal. Durante su lapso de vida y aún hoy, mucha gente ha considerado a Saint Germain un fraude y un charlatán. Algunos críticos sostienen que Saint Germain no era más que un estafador de mucha labia y un artista, cuya entrada a la sociedad real sucedió sólo por tener una gran personalidad y astucia. Pero no era fácil para un extranjero entrar a muchos círculos reales y luego permanecer dentro. Saint Germain se involucró en el derrocamiento de Pedro de Rusia, que fue un gran golpe con el cual se alteró el paisaje político de Europa. Sí, parece que Saint Germain fue un charlatán en gran cantidad de cosas, pero sus actividades políticas y sus conexiones fueron muy significativas. Sus viajes y actividades relacionaron a la Hermandad con los príncipes Hessianos, las intrigas de Francia, las guerras de Europa y el papel moneda bancario.
La red de la Hermandad ha sido un canal efectivo que hace actuar a la gente y que les hace mantener el secreto. La influencia de la red de la Hermandad sólo parece misteriosa y oculta debido a que muchas de sus acciones son desconocidas para el mundo exterior. Los acontecimientos de los primeros años del siglo XX, convencieron a mucha gente que el Día del Juicio había llegado. Muchos cristianos y místicos anticiparon una inminente Segunda Venida de Cristo. En verdad, para la profecía, llegó. Anunciando la Segunda Venida de Jesús estaba el resucitado Conde de Saint Germain, el misterioso agente de la Hermandad del siglo XVIII,. Después de la relatada muerte de Saint Germain en 1784, él hizo entender que era físicamente inmortal. Al comienzo de la década de 1930, un hombre llamado Guy Warren Ballard declaró que Saint Germain había hablado con él en una montaña de California. Esta conversación dio nacimiento a una nueva rama de la Hermandad, que no sólo patrocinaba el regreso de Saint Germain sino una supuesta reaparición de Jesucristo. Y aquí entramos en un terreno movedizo en que es prácticamente imposible verificar la fiabilidad de los hechos explicados.
Guy Warren Ballard era un ingeniero de minas. En 1930 hizo un viaje de negocios al Monte Shasta, en el norte de California. Ballard estaba interesado en el misticismo antes de viajar y quería usar sus horas libres en el Monte Shasta para desenmarañar los rumores acerca de la existencia de una rama secreta de la Hermandad llamada, la “Hermandad de Monte Shasta”. Se decía que la Hermandad Shasta tenía una sede secreta subterránea en el interior de la famosa montaña de California. La leyenda que había cautivado el interés de Ballard comenzó a circular antes del cambio de siglo. Rumores persistentes hablaban de moradores secretos viviendo dentro de la montaña de Shasta que practicaban una profunda tradición mística. Se afirmaba que los moradores secretos eran descendientes de los pobladores del antiguo continente desaparecido de Lemuria en el Océano Pacífico. Cualquiera que sea la verdad detrás de tales leyendas, es incuestionable que Monte Shasta ha sido por mucho tiempo un foco de actividad mística. Asociado con esta actividad mística ha estado un significativo fenómeno OVNI. Por ejemplo, en Mayo de 1931 salió en la revista Rosicrucian Digest (publicada en año después del viaje de Ballard a Shasta y una década y media antes de que en los medios estuvieran popularizados los OVNI) la siguiente descripción de un “bote” volante en un artículo acerca de la mística Shasta: “Muchos dan testimonio de haber visto una extraña embarcación o bote que navegaba en el Océano Pacífico, entonces se elevó en la costa y navegó por el aire para descender otra vez en la vecindad de Shasta. Este mismo barco fue visto varias veces por oficiales empleados de la estación de cables localizada cerca de Vancouver, y el bote ha sido visto tan al norte como las islas Aleutianas…”. De acuerdo al mismo artículo, el barco “no tiene velas ni chimenea”. Considerando este ambiente, la experiencia de Ballard en Monte Shasta toma más significación.
Ballard escribió que cuando estaba subiendo por un lado de la montaña se detuvo en un manantial. Al inclinarse para llenar un recipiente con agua, sintió cómo una corriente eléctrica pasaba a través de su cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Miró alrededor y detrás suyo había un hombre barbudo, que aparentaba tener entre 20 y 30 años. En seguida el extraño se presentó como el Conde de Saint Germain. La apariencia física de San Germán sobre el Monte Shasta era considerablemente diferente a la del Saint Germain del siglo XVIII, en que tenia 40 años, cabello negro y estaba afeitado. El Saint Germain de Monte Shasta es descrito como un hombre con un juvenil cabello castaño y luciendo barba. Como resultado de este encuentro, Ballard comienza una campaña a tiempo completo para diseminar las enseñanzas del nuevo Saint Germain. Ballard fundó la “Fundación I AM” (YO SOY), una organización con iniciación secreta. Ballard afirma que la presentó a los miembros de más alto nivel de la Hermandad, bajo quienes fue fundada “I AM”.
Durante los primeros encuentros, Saint Germain dio a tomar a Ballard un líquido, el cual causaba una fuerte reacción física y hacía que Ballard saliera “fuera del cuerpo”. (Este mismo fenómeno fuera-del-cuerpo es declarado con frecuencia por gente que toma drogas). Después de beber este líquido en varias ocasiones, Ballard dijo que podía “salirse del cuerpo” sin la bebida. Ballard alega que mientras estaba en alguno de sus estados “fuera del cuerpo”, Saint Germain lo llevó a muchos lugares importantes. Uno de los lugares fue una montaña en Teton Range, Wyoming; una montaña que Ballard llama “Teton Royal”. Lo curioso es que se encuentra en la zona próxima al parque nacional de Yellowstone. Junto a las Montañas Rocosas, nacido del deslizamiento de la placa tectónica del Pacífico bajo la del continente americano, el lugar de Yellowstone fue el teatro de explosiones gigantescas, entrecruzadas de fenómenos telúricos más discretos. La última explosión ocurrió hace aproximadamente 630.000 años. De acuerdo a Ballard, había una entrada a un túnel sellado cerca de la cima de la montaña que conducía a un ascensor. El ascensor llevaba a sus ocupantes a un local dos mil pies hacia abajo dentro de un complejo subterráneo de enormes salas, espacios de almacenamiento y minas. En uno de los grandes salones subterráneos, Ballard declara haber visto el símbolo del “ojo que lo ve todo” en una pared. Había también una gran máquina, la cual describe Ballard como: “un disco de oro –de no menos de 20 pies de diámetro. Rellenándolo de tal forma que las puntas tocaban la circunferencia–había una resplandeciente estrella de siete puntas–compuesta totalmente de diamantes amarillos–una masa sólida de dorada luz brillante.”.
Alrededor del disco principal habían siete discos pequeños, los cuales Ballard dio un significado simbólico. Sin embargo, Ballard rápidamente reveló que su gran máquina no era un mero símbolo: —“Como supe más tarde, en ciertas ocasiones y para propósitos especiales–los ’Grandes Seres Cósmicos’ vierten a través de esos discos–sus poderosas corrientes de fuerzas”. “Grandes Seres Cósmicos” fue el término usado por Ballard para designar los líderes en los más altos escalones de la Hermandad. En sus escritos, Ballard declara que algunos de los “Grandes Seres Cósmicos” de la Hermandad son de origen extraterrestre. Ballard estaba diciendo que las corrientes de fuerza emitidas por la máquina estaban dirigidas hacia la “humanidad de la Tierra”. ¿El propósito? “Esta radiación afecta los siete centros ganglionares (centros nerviosos fuera del cerebro y la médula espinal) dentro de cada cuerpo humano en nuestro planeta – así como a toda la vida vegetal y animal”. Esta es una asombrosa declaración, porque esto significa que una poderosa radiación estaba siendo usada por los “Grandes Seres Cósmicos” de la Hermandad para afectar el sistema nervioso de los humanos en gran escala. De acuerdo a una revista de la Fundación I AM, el propósito de la radiación era la alteración del comportamiento de la persona, diseñada para “consumo y purificación del vórtice de fuerza producido por la actividad discordante y viciosa de la humanidad”.
La idea de modificar el comportamiento mediante radiación no es tan absurda. En años pasados, la URSS ha estado desarrollando y usando máquinas electrónicas “tranquilizantes” para afectar el comportamiento de grandes poblaciones. Aunque el propósito alegado para la máquina de radiación de Royal Teton era el de reducir la actividad discordante de la humanidad. Tal radiación realmente podría tener efectos adversos a largo plazo debido a que las emanaciones afectan al sistema nervioso central. Es curioso que menos de una década después de los escritos de Ballard, estallase en el mundo uno de los conflictos más sangrientos de su historia: la Segunda Guerra Mundial. Ballard declaró haber visitado cuatro centros subterráneos secretos totalmente: dos de ellos mientras estaba “fuera del cuerpo” y dos físicamente. Asombrosamente, cada centro correspondía a una región en la cual existió, en un remoto pasado, una civilización de los “dioses” Custodios. El centro en Teton coincide con las antiguas civilizaciones de Norteamérica, mientras que un centro subterráneo similar en Suramérica coincide con la civilización Inca de ese continente. Un viaje por barco y luego en automóvil terminó en una escala de un centro subterráneo en la península Arábica, que se corresponde con las antiguas civilizaciones egipcia y mesopotámica. El cuarto centro subterráneo está en las montañas alrededor de la ciudad de Darjeeling, en la India, que corresponde a las antiguas civilizaciones del subcontinente Indio.
Los centros subterráneos eran muy extensos y servían a numerosas funciones. Además de las instalaciones de enigmáticos equipos electrónicos, se dice que las galerías estaban llenas con enormes cantidades de metales preciosos y joyas. Esto es interesante debido a que sabemos que la mayoría de las antiguas civilizaciones que veneraban a los “dioses” Custodios, regularmente hacían sustanciales ofrendas en oro, plata, joyas y otros minerales preciosos a sus adorados “dioses”. Ballard alegaba que los tesoros vistos por él venían de alguna de aquellas civilizaciones: “En esos almacenes está depositado el oro de los continentes perdidos: de Mu y la Atlántida, de antiguas civilizaciones del Gobi y del desierto del Sahara, de Egipto, Caldea, Babilonia, etc.”. Los historiadores generalmente asumen que las antiguas ofrendas iban a la clase sacerdotal. El testimonio de Ballard indicaría que una gran parte de las piedras preciosas y metales eran almacenados por los “dioses” en subterráneos inaccesibles localizados en toda la Tierra, quizás para ayudar a financiar sus actividades y mantener funcionando la Hermandad.
Las antiguas civilizaciones del Gobi y del desierto de Sahara eran grandes civilizaciones que se cree existieron alguna vez en el desierto del Sahara, en el Norte de África, y el desierto del Gobi, en el Centro Este de Asia. Al igual que Mu y la Atlántida, Gobi y Sahara se dice que existieron antes que Sumer y por lo tanto están relegadas al estado de ficción por la mayoría de los historiadores. Según la leyenda, las civilizaciones de Gobi y Sahara fueron destruidas en una guerra cataclísmica y se dice que eran tecnológicamente muy avanzadas. Y los desiertos en los cuales habían estado asentadas se cree que estuvieron alguna vez cubiertos con frondosa vegetación. Los geólogos modernos han descubierto trazas radioactivas (probablemente procedentes de explosiones atómicas) en esas regiones. Pero estos indicios se explican como causados por la combustión espontánea de elementos radiactivos naturales hace mucho tiempo. Otros creen que las trazas son el resultado probable de armas atómicas usadas miles de años atrás en la destrucción de las antiguas civilizaciones, donde también se destruyó la vegetación circundante, causando que sus áreas se convirtieran en los desiertos que hoy conocemos. Esta teoría de los desiertos debería ser seriamente estudiada.
Los metales y piedras preciosas son enormemente caros debido a su escasez provocada artificialmente. De acuerdo a Ballard, los “Maestros Ascendidos” de la Hermandad intentan mantener escasos los metales y piedras preciosas, ya que existen en cantidades suficientes en la Tierra como para causar una dramática caída en su valor si fueran liberados en el mercado. De acuerdo a Ballard esta economía escondida puede existir y ha sido usada para influir en las actividades humanas. Es completamente cierto que la riqueza ha estado concentrada en una pequeña minoría, que se ha afiliado a la red de la Hermandad. El problema con este estado de cosas no sería el control de la riqueza, sino que este control es usado con mucha frecuencia para producir guerras y degradación espiritual. Durante sus viajes a los presuntos centros subterráneos, a Ballard se le mostraron algunos aparatos que permitían sintonizar las conversaciones que se llevaban a cabo en varias partes del mundo, incluyendo aquellas que se efectuaban en las oficinas del Banco de Inglaterra. Como recordaremos, el Banco de Inglaterra fue una de las primeras instituciones fundamentadas en el sistema de papel moneda. Este sistema fue en gran parte creación de los afiliados a la red de la Hermandad y el Banco de Inglaterra ha seguido siendo un centro principal de este sistema. Esto llega a ser todavía más intrigante cuando consideramos la ayuda que el Director del Banco de Inglaterra, Montague Norman, ofreció a Adolfo Hitler y al movimiento nazi alemán durante mucho del tiempo.
Aquí debemos hacer referencia a la destrucción en gran escala, por supuestos fanáticos, de los irremplazables registros históricos y religiosos en todo el mundo. De todas formas, los historiadores han sido capaces de reconstruir mucho de la historia; pero ¿Es completa esta historia? De acuerdo a Ballard, no lo es, ya que declara que vio algunos de esos documentos históricos antiguos dentro del complejo subterráneo de la montaña que está al Norte de Darjeeling en la India. Y añade que los registros no serán liberados a la raza humana hasta que los Maestros Ascendidos así lo ordenen: “Esos registros no serán sacados y puestos en uso del mundo exterior en el presente tiempo, debido a la falta de crecimiento espiritual y de comprensión de la gente. La raza tiene inquietud y sentido crítico por lo que es una actividad muy destructiva …..los Maestros Ascendidos de la Gran Hermandad Blanca siempre han previsto tales impulsos destructivos y han apartado todos los registros importantes de cada civilización y los han guardado, dejando los menos importantes para que fueran destruidos por los impulsos viciosos de los vándalos.”. Según Ballard, los miembros de la Hermandad estaban profundamente involucrados en organizaciones policiales y de espionaje en la década de los 30’s. Los miembros de la Hermandad supuestamente servían en el Servicio Secreto Americano y Ballard declaró que había encontrado agentes del Servicio Secreto Francés que eran miembros de la Hermandad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario